Hoy es un hermoso y nublado feriado. Estamos de relax hace varios días y todo esta en aparente armonía.
Pero tenemos un tema pendiente hace tiempo que por una u otra razón no hemos resuelto. Todo parece indicar que hasta aquí llegamos manteniendo esto en el tintero.
La situación es la siguiente: Al menos una vez a la semana viene una amiga a cenar a casa y entre cena y ponernos al día con nuestras cosas cotidianas es usual que tomar un poco de vino o alguna otra bebida. Luego la llevo hasta su casa, y eso es todo.
Hasta aquí todo es una situación normal si no mencionamos que mi Spanker considera que conduzco prácticamente en estado de ebriedad, cuando en realidad solo he tomado un par de copas de algo con la cena.
Planteado el tema en alguna oportunidad que he tenido algún tipo de festejo al que voy en auto, he recibido alguna paliza por eso pero las cosas siguen igual.
En mi opinión el tema ya esta hablado, para mi no tiene nada de malo lo que hago y ya recibí mi castigo en aquella oportunidad.
Actualmente incluso ya ni menciono que una vez a la semana e incluso algún sábado la situación se vuelve a repetir.
En una charla casual con mi Spanker menciono que las cosas son como son, y como a sus ojos no he aprendido nada con la paliza anterior tendremos que reafirmar los conceptos.
Asique luego de un intercambio de opiniones donde por supuesto su parecer termina imponiéndose ya tengo en mi haber unos cuantos chirlos por contradecirlo. Y eso es solo el comienzo.
Intento explicar por enésima vez que algunas copas en la cena no son nada del otro mundo y que soy lo suficientemente cuerda como para darme cuenta si puedo conducir o no.
Su respuesta es que me escuchara pero cuando este en la posición donde mejor nos entendemos. Eso no tiene nada de ventajoso pero no puedo hacer nada mas.
Esta vez las cosas se dan un poco diferentes y parece dispuesto a tomar su tiempo para dejar bien claro como tienen que ser las cosas.
Me toma del brazo, me lleva al comedor y para mi sorpresa estoy de pie en el rincon.
- "Vas a quedarte aqui pensando en por que estas metida en esta situacion otra vez. Ire por algunas cosas y cuando regrese conversaremos."
Conversaremos!! Cuando ni siquiera escucha mis explicaciones...
Asique ahi me quedo parada sin saber bien que es lo que tengo que pensar. Cuales son sus planes es lo unico que ocupa mi mente.
Lo escucho buscar, regresar y poner las cosas sobre la mesa. Tres largas varas de rattan, el strap de cuero y la peor pesadilla de una spankee en problemas: la paleta de madera.
Se para detrás mio y mientras acaricia mi cola me dice "parece que alguien va a sufrir las consecuencia de su comportamiento"
Se me estremece el estomago de pura anticipación y no digo nada.
- "Muy bien mi niña indisciplinada, cuando yo te diga iras a la mesa, te tumbaras alli, bajaras tu pijama y tu bombacha y esperaras así hasta que decida ocuparme de tu cola"
Demasiadas cosas! En ese momento empieza mi resistencia :P No voy a bajarme la ropa yo misma, mi orgullo no me lo permite!! Y no me gusta estar en la mesa!! Me desespera sentir esa distancia que pone conmigo cuando me castiga. Me doy vuelta para comenzar mi defensa y en un instante estoy nuevamente contra la pared.
"Quien dijo que puedes moverte?!" Y manteniedome por la espalda siento su mano fuertemente en mi cola.
Ok vamos poniendo en claro algunas cosas.
Me quedo alli hasta que me ordena asumir la posicion. Ya tengo un leve calor en la cola asique trato de hacer lo que me dice y tragando mi orgullo allí estoy, bajo su mirada, sintiendo que bajo todas las defensas y no tengo mas opciones que hacer lo que me pide.
Su mano me recorre la cola, las piernas y la espalda, y entre caricias voy recibiendo los primeros azotes de su mano. Con firmeza, nada sutil para ser el comienzo.
Si esto pudiera ser poco, comienzan las preguntas:
- "Quiero que me digas exactamente por que te voy a castigar" Ay nooooo!! Es el colmo de la humillación todo esto! Ni siquiera estoy de acuerdo en que sea un motivo verdadero!
No respondo nada.
- "No te escucho...."
- No se por que me vas a castigar!!!
- No sabes?! Ok veremos si podemos aclarar las cosas...." Y poniendo una mano en la parte baja de mi espalda para mantenerme en posicion me da unos intensos azotes con la otra mano que me hacen hablar como si todo se aclarara jajaja
- Me castigas porque conduzco despues de tomar. (tomar poco)
- Muy bien. Y que te dije que pasaria si volvias a hacerlo?
- Pasaria "esto"....
Me da un fuerte chirlo -" Que es "esto"? Con todas las palabras por favor"
La verguenza que siento de tener que poner la situacion en palabras es enorme.
- "Que me bajarias el pantalon, la bombacha y me darias una paliza sobre la cola desnuda como una niña pequeña"
- Asi esta mejor... Parece que vas aprendiendo..."
- Si ya aprendi!! No lo volvere a hacer! e ingenuamente intento levantarme.
Vuelvo a sentir su mano en mi cola con otro chirlo memorable! - "Yo soy quien dice que puedes levantarte"
La cola me arde terriblemente.
- "Levantante. Vuelve al rincón."
Comienzo a rogar que no, pero solo su mirada me convence de obedecer.
- "Manos, codos y la cara en la pared. Arquea la espalda. Quiero ver desde alli tu cola roja. No intentes moverte si sabes lo que te conviene."
Y ahi me quedo, totalmente expuesta a su mirada, sin poder moverme, frotarme la cola que me arde o cubrirme siquiera. La sensacion de vulnerabilidad es total.
Siento que se acerca, y elogiando su trabajo me toma del brazo y me lleva hasta la silla. Me levanto la ropa como puedo.
-"Quien te dijo que puedes hacer eso?" Y sumo otro chirlo a mi cola.
Se sienta, me pone en sus rodillas, me baja la ropa y siento que me acaricia las nalgas con el strap. No puedo mas que comenzar a rogar que no sea tan fuerte.
Pero eso nunca funciona. Alternando el strap con la mano, siento que la cola no aguanta mas. No puedo mantener la posición y solo logro terminar con todo el cuerpo colgando de su rodilla, su pierna entre las mias, y recibiendo azotes en la parte mas sensible de la cola.
- "Esto es solo para que entiendas que no debes desobedecer. Esta vez ha sido demasiado."
Cuando terminamos con esto, ya no puedo mas. Mi respiracion esta como si hubiera corrido una maraton.
Me levanta. Se para frente a mi. Me da mucha verguenza mirarle despues de una paliza asi. Siento una mezcla de orgullo quebrado, de situacion injusta, de perdida de control y humillacion.
Me hace mirarle a los ojos. Pero no puedo hacerlo.
Y vuelve a preguntar:
-" Ya esta claro por que te estoy castigando?"
-"Si"
- "Dime por que"
- "Porque bebo con la cena cuando se que tengo que conducir"
- "Ok, eso es. Lo que sigue sera para que no olvides y tengamos que volver a pasar por esto"
- "No lo voy a olvidar!!"
-" Eso escuche la ultima vez y mira donde estamos..."
-"Traeme la paleta."
-"Yo traerte la paleta??? de ninguna manera va a suceder eso...!!! Si vas a usar la paleta buscala vos"
Me mira seriamente por mi respuesta. Pero no voy a entregar lo ultimo de orgullo que me queda.
- " Bueno... veo algo de rebeldia por aqui, y lo vamos a solucionar." Trae la silla con el almohadon y me hace arrodillar alli, tumbada en la mesa una vez mas.
- "El cane hace magia con la rebeldia sabias...?"
- "Seran azotes por la insolencia de responderme asi, y azotes con esta otra para borrar esa actitud rebelde que tienes."
-"Nooo noo!!! te traigo la paleta!! Te la traigo ahora!! Orgullo esfumado.
- "Un poco tarde no? Vas a contar los varazos, y donde no te oiga contar, volvere a empezar. Esta claro?"
Y ahi estoy tumbada en la mesa. Furiosa conmigo.. con la situación .. con todo lo que pasa. Se que el lo sabe y esta dispuesto a quebrar ese enojo.
Comienzan los azotes.
"Cuenta! No te escucho..."
Y comienzo a contar. No hay palabras para describir el dolor del cane. Primero con uno, luego con el otro. Y mi orgullo va desapareciendo.
Termina y me permite frotarme. Siento las marcas de cada azote sobresaliendo mi cola. Como llegue a esta situación por algo tan inofensivo como una copa de vino!! No lo puedo creer.
Volvemos al punto anterior y mágicamente voy por la paleta y se la entrego.
Vuelvo a sus rodillas. No puedo recibir mas y aun me queda lo peor.
Siento su mano acariciarme. Y empezar. No puedo evitar gritar de dolor y pedir por favor. No se cuantos seran. Pero a pesar de ser espaciados son intensos.
Termina al fin, y estoy exhausta. Mi cola se siente en llamas. Necesito crema y un abrazo ya mismo. Sentir que todo esta en orden y que he pagado por no haber obedecido.
Me levanta, me lleva al rincon.
-"Esta todo claro ahora?"
-"Si"
Ya me siento totalmente sumisa. Creo que por mucho tiempo voy a ser absolutamente obediente.
Me abraza por detras.
-"Espero que esta vez no lo olvides."
Me toma del brazo, me lleva a la cama y me pone en sus rodillas para poner crema en mi cola dolorida.
Cuando termina me quedo alli tendida, rendida, y todos nuestros pendientes mas que solucionados.
Parece que ahora si estamos en paz. :)